17 de septiembre de 2008

Otros métodos de cultivo


Las terrazas surgieron como respuesta a los terrenos escarpados y con declives. Estas estructuras permitían atenuar los efectos de la erosión, aumentar el grosor del suelo, la cantidad de materia orgánica y la capacidad de absorción y retención de la humedad de la tierra. De ésta manera se aumentaba la superficie de cultivo y se permitía acortar los periodos de descanso del terreno.
Lo que se hacía era “escalonar” un cerro o un monte, para que quedaran terrenos planos en donde había un declive.
Generalmente las terrazas tenían zanjas para dar curso y salida al agua de lluvia, de esta manera se tenía un sistema de irrigación y se evitaban los deslaves. Para que las estructuras duraran los muros de las terrazas eran de piedra.
En algunos casos se hacían terrazas en el interior de las barrancas, éstas eran llamadas presas. Tenían muros de piedra que a veces presentaban algún tipo de vegetación, que lo que hacían era atrapar los sedimentos que iban cayendo, formando gradualmente la terraza

Otra técnica no tan productiva fue la llamada roza y quema, donde se talaba toda la vegetación de una zona y luego se quemaba, sobre las cenizas se sembraban las plantas y al acabar un ciclo agrícola había que dejar descansar el terreno, por lo que se pasaba a otra área para sembrar, formando así circuitos.
La ventaja de ésta técnica es que las cenizas de las plantas quemadas servían de fertilizante para los sembradíos

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